Al principio me tocó esperar y pasearme un rato mientras Pablo se hacía un vuelo biplaza. Luego, cuando finalmente veo desplegarse la Icepeak rojita y amarillo, aprovecho la altura para ir a marcar un punto cerca del pueblo de Merlo por si el viento del este me impedía como es habitual, volver a la montaña.
La primera parte del vuelo estaba difícil ... avanzamos lento y estaba bastante movidito en algunas zonas ... bueno, ya se instala el viento del este y se cuela bastante más temprano en algunas partes. Tal es así que en el track se nota muy claramente una térmica que tomo relativamente bajo y voy subiendo con deriva de oeste (hacia la montaña), para al llegar a los 2500 msnm, cambiar la deriva 180° y empezar a alejarme de la montaña con deriva del este.
En un momento veo que Pablo, que había quedado un par de filos detrás, con baja altura se va para el valle. Cuando veo que al acercarme al filo me entra una descendente fortísima, decido ir a acompañarlo y aprovechar las nubes que se estaban formando al pie del cerro.
Subimos bien en el valle y vemos que los cúmulos empiezan a extenderse. Nos hablamos por la radio y decidimos ir hasta el Dique La Viña la línea de unos morros bajos.
Llegando al Dique la vista es preciosa ...
pero también se ven desarrollos de cúmulos cada vez más grandes y sabemos que esto va a explotar en breve.
Así que luego de subir bien encaramos al oeste y perdemos contacto por algún problema en alguna radio.
Yo había tenido una mejor línea y había subido bien rápido y encarado al oeste rápido. Luego lo veo a Pablo cuando echo alguna mirada atrás tomando una línea todavía un poco más al noroeste.
Yo llego a una zona muy distinta, que luego me enteraría que es de cultivo de papa. Un pueblo llamado Los Cerrillos es lo que veo enfrente, y el terreno se ve así
Le estaba calculando 150 km, y había hecho unos 55 km en la primer pierna, así que cuando llegué a 43 km, tenía los 52 km para dejarlo redondito (o mejor dicho triangulito) y encaro la vuelta a Merlo.
Estaba al noroeste de un lomas bajas que corren norte-sur, que supongo serán estribaciones menores de la Sierra de San Luis. El Bajo de Véliz se encuentra en esta zona. Así que decido ir por el medio, ya que me tenía fé y nuca había estado bajo en el vuelo.
Estas lomas están cubiertas de monte y realmente no se ven caminos ni nada por varios kilómetros cuadrados, pero algunos pájaros me inducían a seguir la línea de las lomas. El centro del valle al este y la Sierra de Comechingones ya había sobredesarrollado mucho y eso mataba la actividad en nuestra zona.
Sin embargo los pájaros me seguían engañando porque parecía que llegaba tarde a todos los ciclos .... y así fue. Acá quedé
Así que pacientemente guardé la vela mientras infinidad de mosquitas pequeñitas se me metían por la nariz, boca, orejas ... increíblemente molestas !!! Peor que las espinas ...
Comienzo la caminata en el monte y al principio parecía que todo iba bien, pero se empieza a complicar, el monte se empieza a cerrar y ya no se avanza claro. Hay que tirarse de espaldas con la mochila de protección para atravesar espinillos, a veces hacer algún cuerpo a tierra y siempre dar rodeos, subir, bajar, retroceder ... en short de baño y con las piernas que ya parecían terreno arado.
Así que finalmente medio deshidratado (gran error) y con pocas fuerzas, decido hacer noche. Me busco un lugar sin espinas y donde pueda acomodar el cuerpo, luego me mudo más arriba para tener señal de celular. Logro comunicarme con Pablo que me dice que al día siguiente se venía con paramotor para tirarme agua y sugerencias de por donde salir.
Debo reconocer que a la mañana siguiente, cuando Pablo tenía problemas para despegar por el viento cruzado y cambiante, pensé en testear el botón del 911 del SPOT a ver si realmente me sacaban de allí en helicóptero. Sólo tenía una opción según mi visión: una cañada que venía desde el sur que podía ser la salida. La contra es que la cañada por la que yo vine la noche anterior, y que se juntaba con esta, era intransitable, así que si esta era igual, estaba en el horno.
Finalmente Pablo llega, hace precisión con la botella de agua, y me da la buena noticia de que la quebrada está muy abierta. Así que un par de horas de caminata hasta encontrarme con él de vuelta en su camioneta y entrando por un camino. Un alivio y un atracón de agua nuevamente !!!
Resulta que Pablo había aterrizado en ese mismo camino que estaba unos 4 km al este de donde yo aterricé !!
Los tracks de nuestros vuelos
Track de ESG
Track de López
Así que ese viernes fue día de descanso ya que Pablo se había ido a dormir a la ruta 23 con la Ford, para despegar temprano por la mañana y no había dormido mucho.
Reponiendome de los arañazos